Si te gusta tu amigo y no sabes cómo hacer que se fije en ti, no desesperes: una investigación detalla cómo hacer que este caiga rendido a tus pies. Solo tendrás que usar tu mente
Estás en la Zona de Amigos y no sabes cómo salir de ella. Te gusta mucho, pero de momento solo os une una bonita amistad. No te preocupes. Un nuevo estudio de la Universidad de Maryland (Estados Unidos), del que se ha hecho eco ‘Psychology Today’, revela cómo puedes salir de esta zona y comenzar un romance con esa persona especial.
Esta investigación sugiere que las amistades que suelen tornar a relaciones románticas se producen entre individuos que se dejan llevar por el pensamiento cognitivo sesgado. Una persona enamorada de su amigo proyecta fuertes sentimientos sobre él, incluso cuando el amigo en cuestión no está realmente enamorado. Esta falta de interés no es un problema para el enamorado, ya que, debido a sus fuertes sentimientos, suele sobrestimar el interés (sexual y amoroso) que su amigo pueda tener en él. Lo curioso es el efecto que esto produce en el amigo deseado: este comenzará a adoptar comportamientos para corresponder el interés que despierta en el enamorado.
Si creemos que otros se sienten atraídos por nosotros, adoptaremos comportamientos que acabarán convirtiendo esto en realidad
Si te has liado, te ponemos un ejemplo. Ana y Juan son amigos. Ana se siente profundamente atraída por Juan, y proyecta estos sentimientos sobre él, de tal forma que Ana piensa que Juan se siente atraída por ella. Esta creencia de reciprocidad romántica lleva a Ana a adoptar comportamientos que acaban cambiando la forma en la que Juan la mira, como puede ser arreglarse más sexy, tener conversaciones más íntimas, ser más cariñosa… Ana comienza a actuar diferente debido a que cree que Juan está interesado en ella, pero no es verdad, al menos no lo era en un principio. Lo curioso, y lo que revela el estudio, es que, debido al cambio de actitud de Ana, Juan comienza a interesarse por ella.
Según el estudio, las profecías autocumplidas son mecanismos poderosos que ponen de manifiesto la gran importancia que tienen nuestros pensamientos y creencias en las relaciones sociales. Si creemos que otros se sienten atraídos por nosotros, aunque no sea cierto, adoptaremos comportamientos que acabarán convirtiendo esto en realidad, lo que confirmará nuestra creencia inicial. Es decir, lo que inicialmente fue una ilusión se transforma en una realidad.
La proyección de interés romántico no se limita solo a las amistades o relaciones con el sexo opuesto. El citado estudio demostró también el poderoso efecto que tiene la autopercepción, la cual proyectamos a los demás haciendo que nos vean como nosotros lo hacemos. La investigación reveló que las personas que se veían a sí mismas como altamente deseables lo proyectan en el resto, ocasionando que los otros estén de acuerdo con su percepción.
Es decir, si Ana piensa que es muy guapa atractiva, proyectará sobre su entorno esta sensación, causando que los que la rodean piensen lo mismo sobre ella: que es muy guapa y atractiva.
Los casos en los que la proyección no funciona
Amigo, esto de la proyección no es la panacea. No siempre funciona. Por mucho que quieras ligarte a tu amigo y proyectes esos deseos sobre él, hay ocasiones en las que será inútil y no recibirás lo que deseas. Si tu amigo no te considera como una pareja deseable (no le gustas nada, vamos), no conseguirás nada coqueteando con él. La proyección, detalla el estudio, solo funciona cuando el pensamiento pasa de neutral a favorable. Si este es negativo desde el inicio, no hay nada que hacer.
En resumen, para la mayoría de las personas los fuertes sentimientos de interés o romántico son la base de una secuencia cognitiva-conductual que crea la oportunidad para pasar de la amistad al romance. Para convertir una amistad en una relación romántica solo basta con hacer algo, actuar. Ese es el mensaje con el que te debes quedar.
Si tu amigo o amiga te intersa, coquetea con él, liga, prueba, tantea el terreno… Y espera a ver cuál es su reacción. Si él te considera como una pareja posible, pronto mostrará su interés en ti. Si, por el contrario, te ve más como un hermano/a que como un amante, olvídate, porque tus proyecciones no causarán ningún efecto en él o ella.