El Museo de las Relaciones Rotas existe y está en Croacia; y puedes llevar los peluches que te dio

Todo lo que inicia, tiene un final, sobre todo si hablamos de relaciones amorosas, y por si te habías preguntado a dónde van todos esos objetos que fueron un tesoro para una pareja, recuerdos de momentos felices (y no tan felices), te diremos que terminan en la basura, convertidos en cenizas o en este lugar: el Museo de las Relaciones Rotas, en Zagreb, Croacia.

Regalos de exnovios; cartas de despedida; prendas de ropa; todo lo que a las personas les recuerde ese momento en que se separaron de su pareja o de algún ser querido, y de hecho, así surgió este museo, con la separación de los artistas Olinka Vistica y Drazen Grubisic, en 2006, quienes decidieron abrir un espacio para mostrar sus objetos en lugar de tirarlos a la basura.

Desde entonces reciben cerca de 200 objetos por año, y realizan exposiciones por todo el mundo, de donde se traen más piezas, entre las que hay algunas que son impactantes, como esta bolsa de ropa que guardó una madre durante 15 años, pues su nuera fue asesinada en un asalto, en México, y debido a las heridas sufridas en ese mismo ataque, su hijo murió 72 días después. Es la ropa con la que llegó al hospital:

Drazen Grubisic comenta:

-Cuando empezamos este proyecto no tenía ni idea de lo que íbamos a recibir (…) pero ha resultado que la gente es muy interesante, cada uno tiene una historia.

Otra rareza es un Godzilla de plástico, que una novia le regaló a este hombre, y aunque la relación terminó, conservó la figura en lo alto de un librero, y durante 30 años ha sido el guardián de pulseras, collares y hasta mechones de cabello de otras novias que han pasado por su vida:

Se ha convertido en una interesante atracción en la capital croata, y curiosamente, el Día de San Valentín es uno de los que más afluencia de visitantes registra, pues las parejas acuden a celebrar ahí el día de los enamorados. Para muchos de los curiosos, que llegan desde prácticamente cualquier lugar del mundo, es una experiencia de risas y lágrimas.

Otro objeto interesante es una lavadora que su pareja le regaló a una chica, pues apenas se mudaba de la casa de sus padres. Luego de terminar la relación, ella decidió donar la lavadora y ahora tiene que encargarse de su ropa a mano, aunque ya no tiene que recordar a su ex:

La invitación del museo para los posibles donantes es la siguiente:

¿Han puesto fin recientemente a una relación? ¿Quieren liberarse de toda carga emocional, deshaciéndose de todo lo que les recuerda esta experiencia dolorosa? ¡No lo hagan! Un día podrían lamentarlo.

¿Para qué tirar a la basura, quemar o romper esos recuerdos? Mejor convertirlos en una bella pieza de museo, como estas mil grullas de papel, que un novio le regaló a su pareja, pues según la leyenda, quien tenga esa cantidad, tiene derecho a pedir un deseo, aunque seguramente pidió que la relación terminara, pues eso fue lo que sucedió:

Y si estás de visita en el museo y necesitas Wi-Fi para compartir fotos y comentarios de tu recorrido, la clave es: “Just Friends (Solo Amigos)”:

Si has vivido una relación a distancia, esto te será familiar: se trata de diccionarios para aprender el idioma de la pareja, billetes del país al que vas, y también se incluyen bolsas para el vómito que a esta persona le generaba tanto viaje:

Por supuesto, no podía faltar un vestido de novia, que va acompañado de una trágica historia, ya que el novio murió de forma intempestiva, a solo un par de días de la boda, así que la desconsolada mujer pensó en quemar el vestido, pero finalmente lo guardó:

Y ya que hablamos de vestidos, una chica donó el que usó la última vez que vio a su ex, cuando regresó al departamento que compartían, para recoger las cosas que le faltaban, y aunque era una situación tensa, manifestó que quería lucir espectacular en este encuentro final:

Como uno de los objetos más espectaculares y que nos muestran lo breve que puede ser el amor, está una prótesis que un veterano de guerra tuvo que usar al perder una pierna. En el hospital se enamoró de una trabajadora social, quien lo ayudó a conseguir la pierna de plástico y luego todo terminó. La guardó, con esta reflexión: “La prótesis duró más que nuestro amor. Estaba hecha de un material más resistente”:

¿Y tú, qué objetos donarías a este increíble museo?

Fuente: LA GUÍA DEL VARÓN

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