Generalmente viajamos para obtener nuevas experiencias, momentos memorables y por que nos hace sentir que volvemos a respirar aire puro después de tanto estrés.
Viajar es el secreto para curar todos los males que puedas tener, ya sean corporales, mentales o del alma.
Viajamos por que los momentos no se pueden encontrar con las palabras, si no con los hechos que vivimos. Cuando uno viaja a otros sitios, habrá experiencias y sentimientos que las palabras no pueden explicar.
Lo hacemos por que es necesario para sentirnos bien, ya sea en nuestra tierra o fuera de ella. Estos momentos nos harán sentir que vale la pena estar vivos, y todo estrés que podamos tener irá desapareciendo.
Ser viajero es una adicción que nos emociona y nos llena de energía. La ciencia lo ha demostrado, viajar es bueno para el corazón. Hoy en día existen estudios que demuestran que incluso viajar produce más felicidad que casarse y tener hijos.
Mientras viajas haces que tu cerebro este activo constantemente. La cabeza siempre nos agradece cuando preparamos el equipaje y emprendemos un largo viaje en busca de nuevos destinos.
No solo conocemos otras personas, si no que descubrimos nuevos idiomas, intentamos interactuar con la gente local y a su ves aprendemos parte de su idioma. De esta manera tu cerebro está en continuo desarrollo.
Cada viaje nos deja una sensación única y distinta a las demás. Descubrir lugares que solo veías en películas, poco a poco se van haciendo realidad.
Las personas que conocerás y los recuerdos que te van a dejar, cambiarán tu vida por completo. Tendrás muchas alegrías y a su vez muchas decepciones, pero de ellas aprenderás que es parte del camino y las adversidades siempre se pueden superar.
Fuente: ILUSIÓN VIAJERA