Imágenes que llaman a recuperar los cielos del planeta para la contemplación.
La sensación de infinitud y misterio al contemplar las estrellas en una noche despejada es una de las más esenciales y filosóficamente ricas que puede experimentar el ser humano. Algo, por otro lado, común y frecuente durante la mayor parte de la existencia en el planeta, pero que en los últimos 150 años cada vez es más raro. El ser humano ha olvidado contemplar las estrellas, como si esto fuera un acto insignificante; hoy en día, el grueso de la población humana vive bajo cielos oscuros y disminuidos. Si sólo consideráramos lo visible, esa idea de que hay tantas estrellas como granos de arena hoy parece una enorme exageración.
En contrasentido de esto, los fotógrafos Gavin Heffernan y Harun Mehmedinovic se han dado a la tarea de regresarnos a la conciencia las estrellas y mostrarnos lo que nos perdemos con la vida moderna. Para su libro Sky Glow, los autores radicados en Los Ángeles fotografiaron hasta 500 locaciones de América del Norte donde se pueden ver las estrellas sin mayor contaminación lumínica y, de paso, crearon un mapa de contaminación lumínica en conjunto con la International Dark Sky Association.
Heffernan y y Mehmedinovic le contaron a Wired que el proceso implicó también redescubrir el silencio y la quietud y redimensionar que somos parte de algo más vasto y misterioso. Para realmente ver, es necesario primero hacer oscuridad.
Gran Cañón
Parque Nacional Mojave
Devil’s Tower
Death Valley
Pueblo fantasma Rhyolite
Mono Lake, California
White Sands, Nuevo México
Bosque de pinos, Bristlecone, California
Mont Megantic, Québec
Vermilion Hills
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