Tu bebé nada en una piscina de bacterias y no te habías dado cuenta, esta es la explicación

Entre el columpio, la resbaladilla, el carrusel y la alberca de pelotas, este último juego se lleva la total y plena atención de nuestros hijos y sobrinos.¿Cómo no va ser? Es un espacio donde se puede brincar, ‘chapotear’, gritar, acostar y enfermar, sí, este mar de esferas no es del todo inofensivo.

Estamos de acuerdo que por ninguna parte saldrá un tiburón o un par de pirañas, porque lo que habita entre tantos color es algo que nuestros ojos no pueden detectar: bacterias.

Expertos de la Universidad de North Georgia, en Estados Unidos, se dieron a la tarea de tomar algunas muestras de diferentes parques (de 9 a 15 pelotas), y lo que encontraron en ellas es un poco terrorífico: restos de vómito, heces y orina.

Lo que de acuerdo al estudio se traduce en la proliferación de 31 tipos diferentes de bacterias, muchas de las cuales penetran al cuerpo a través de la boca, vías nasales y ojos. Muchos pequeñines tienen el mal hábito de chupar las pelotas o de frotar su cara con ellas.

Entre las bacterias más peligrosas que se encontraron destacan:

Enterococcus faecalis. Puede causar infecciones en el tracto urinario y septicemia, el Servicio de Microbiología de Teruel señala que hay 17 especies de enterococos.

Staphylococcus hominis. Son un tipo de gérmenes que se encuentran normalmente en la piel o nariz de las personas. Pueden provocar infecciones cutáneas menores y sus síntomas más frecuentes, según el instituto Mayo Clinic, son: forúculos, celulitis, dermatitis y erupciones cutáneas.

Acinetobacter lwofii. Se asocia con el desarrollo de neumonía, meningitis e infecciones en la piel.

Para evitar riesgos, la Universidad de North Georgia sugiere que todos los parques tengan un protocolo de higiene que garantice la limpieza regular de los juegos. Mientras se realiza, evita que tu bebé juegue en esta alberca.

Fuente: VIX

 

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